sábado, 2 de marzo de 2013

La Candelaria examina a 12.000 bebés para detectar problemas auditivos

La Unidad de Audiología del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha examinado en los últimos cuatro años a un total de 12.051 recién nacidos para detectar algún problema de audición.
Este examen se ha realizado a través del 'Programa de Cribado Auditivo Universal de Recién Nacidos para la Detección Precoz de la Hipoacusia', una iniciativa de la Dirección General de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS), dando como resultado el diagnóstico de 249 casos de hipoacusia en recién nacidos en el mismo periodo de tiempo, tanto de carácter permanente como no permanente.
La hipoacusia o pérdida de audición es una discapacidad sensorial que, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a una población de 275 millones de personas a escala global. En España, por cada mil recién nacidos se presentan entre uno y cinco hipoacusias neurosensoriales permanentes de distintos grados, una de ellas profunda.
"Los defectos de audición congénitos o adquiridos en el momento del nacimiento tienen una especial importancia en la infancia, ya que provocan retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje y la capacidad de comunicación y, por lo tanto, en el desarrollo social, emocional, cognitivo y académico del niño", explica el doctor Rafael Fernández Belda, del servicio de Otorrinolaringología de La Candelaria.
Los niveles de lenguaje alcanzados por niños diagnosticados antes de los seis meses de edad frente a los diagnosticados tardíamente son significativamente mejores. Por ello es imprescindible que se diagnostique lo antes posible, señala el doctor.
El doctor Fernández incide en que el entorno familiar también desempeña un papel importante durante el diagnóstico y el desarrollo del niño sordo, pues las experiencias iniciales de los padres son similares a la de otros casos en las que se detecta una patología.
"En primer lugar ignoran que el niño tenga algún tipo de déficit auditivo pero en cuanto tienen las primeras sospechas, suelen pasar por diferentes situaciones que contemplan desde el choque emocional, negación del problema, reconocimiento de la situación, aceptación y finalmente, la búsqueda de ayuda. Sobre todo es necesario que sepan que los niños pueden llevar a cabo una vida normal y que las personas con pérdidas de audición se desenvuelven con naturalidad en la sociedad y se encuentran perfectamente integradas en ella", recalca el especialista.

Programa de detección precoz de la hipoacusia
En mayo de 2009 se inició en el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) la puesta en marcha del programa de Cribado Auditivo Universal de Recién Nacidos para la Detección Precoz de la Hipoacusia (DPH) mediante un equipo compuesto por especialistas en otorrinolaringología y personal de enfermería, encargados de llevar a cabo las pruebas y hacer seguimiento de los casos que se detecten.
Tras un periodo inicial de formación y entrenamiento profesionales, este programa de detección precoz a todo recién nacido en el centro hospitalario, se concluye el éxito y buenos resultados de su implantación pues ha permitido que en los últimos tres años se hayan examinado a más de 12.000 bebés en el Hospital de La Candelaria detectando en un estadio temprano 249 casos de hipoacusia en cualquiera de sus grados o tipos, ya sean temporales o permanentes, en uno o ambos oídos.
La prueba que permite identificar deficiencias auditivas es sencilla, rápida e indolora para los niños y funciona mediante 'emisiones otoacústicas' a través de un sofisticado aparato tecnológico capaz de registrar aquellos ruidos que producen los oídos sin afecciones tanto en niños como en adultos de forma espontánea o al ser estimulados por otro sonido.

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