La Unidad de Audiología del servicio de Otorrinolaringología del
Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), adscrito a
la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha examinado en los
últimos cuatro años a un total de 12.051 recién nacidos para detectar
algún problema de audición.
Este examen se ha realizado a través del 'Programa de Cribado Auditivo
Universal de Recién Nacidos para la Detección Precoz de la Hipoacusia',
una iniciativa de la Dirección General de Programas Asistenciales del
Servicio Canario de la Salud (SCS), dando como resultado el diagnóstico
de 249 casos de hipoacusia en recién nacidos en el mismo periodo de
tiempo, tanto de carácter permanente como no permanente.
La
hipoacusia o pérdida de audición es una discapacidad sensorial que,
según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a una
población de 275 millones de personas a escala global. En España, por
cada mil recién nacidos se presentan entre uno y cinco hipoacusias
neurosensoriales permanentes de distintos grados, una de ellas profunda.
"Los defectos de audición congénitos o adquiridos en el momento del
nacimiento tienen una especial importancia en la infancia, ya que
provocan retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje y la
capacidad de comunicación y, por lo tanto, en el desarrollo social,
emocional, cognitivo y académico del niño", explica el doctor Rafael
Fernández Belda, del servicio de Otorrinolaringología de La Candelaria.
Los niveles de lenguaje alcanzados por niños diagnosticados antes de
los seis meses de edad frente a los diagnosticados tardíamente son
significativamente mejores. Por ello es imprescindible que se
diagnostique lo antes posible, señala el doctor.
El doctor
Fernández incide en que el entorno familiar también desempeña un papel
importante durante el diagnóstico y el desarrollo del niño sordo, pues
las experiencias iniciales de los padres son similares a la de otros
casos en las que se detecta una patología.
"En primer lugar
ignoran que el niño tenga algún tipo de déficit auditivo pero en cuanto
tienen las primeras sospechas, suelen pasar por diferentes situaciones
que contemplan desde el choque emocional, negación del problema,
reconocimiento de la situación, aceptación y finalmente, la búsqueda de
ayuda. Sobre todo es necesario que sepan que los niños pueden llevar a
cabo una vida normal y que las personas con pérdidas de audición se
desenvuelven con naturalidad en la sociedad y se encuentran
perfectamente integradas en ella", recalca el especialista.
Programa de detección precoz de la hipoacusia
En mayo de 2009 se inició en el Servicio de Otorrinolaringología del
Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) la puesta en
marcha del programa de Cribado Auditivo Universal de Recién Nacidos
para la Detección Precoz de la Hipoacusia (DPH) mediante un equipo
compuesto por especialistas en otorrinolaringología y personal de
enfermería, encargados de llevar a cabo las pruebas y hacer seguimiento
de los casos que se detecten.
Tras un periodo inicial de
formación y entrenamiento profesionales, este programa de detección
precoz a todo recién nacido en el centro hospitalario, se concluye el
éxito y buenos resultados de su implantación pues ha permitido que en
los últimos tres años se hayan examinado a más de 12.000 bebés en el
Hospital de La Candelaria detectando en un estadio temprano 249 casos de
hipoacusia en cualquiera de sus grados o tipos, ya sean temporales o
permanentes, en uno o ambos oídos.
La prueba que permite
identificar deficiencias auditivas es sencilla, rápida e indolora para
los niños y funciona mediante 'emisiones otoacústicas' a través de un
sofisticado aparato tecnológico capaz de registrar aquellos ruidos que
producen los oídos sin afecciones tanto en niños como en adultos de
forma espontánea o al ser estimulados por otro sonido.
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